Alumnos

Universidad Complutense de Madrid
Ética y Deontología del Trabajo Social
Curso 2013/2014

sábado, 17 de mayo de 2014

PROSTITUCIÓN


Posicionamiento desde el “Libre Ejercicio”: (Liberalismo)
El posicionamiento liberal postula que el ser humano es propietario pleno de sí mismo, de su mente y de su cuerpo. Las personas pueden tener relaciones sexuales de cualquier tipo con quien libremente deseen, si la relación es aceptada voluntariamente por las partes implicadas. Una persona puede proponer a otra las condiciones que desee para practicar el sexo, como por ejemplo una contraprestación económica.
Para este posicionamiento es legítimo dar y recibir dinero a cambio de sexo.  
La prostitución no es delito por ninguna de las partes, prostituta o cliente. Si esta relación es voluntaria, su prohibición perjudica a ambos. La criminalización de la prostitución provoca su marginación, la clandestinidad, dificultad los controles de calidad (controles sanitarios), hace posible abusos de la policía y fomenta la existencia y el enriquecimiento de grupos criminales que la controlan en un mercado negro.
Las prohibiciones, regulaciones o restricciones estatales a la actividad sexual son violaciones de la propiedad privada típicas de autoritarismos conservadores que pretenden imponer por la fuerza su moral arbitraria particular, y dañan a todas las partes que están dispuestas a mantener relaciones sexuales libremente consentidas. Algunas leyes son tan arbitrarias y absurdas que prohíben la prostitución pero permiten la pornografía, en la cual no sólo hay sexo a cambio de dinero sino que además se filma y se difunde. No son tan extraños los casos de individuos hipócritas que condenan en público la prostitución pero se sirven de ella en privado.
Basar la prohibición de la prostitución en la dignidad del ser humano o la degradación de la mujer es tratar a las mujeres como un colectivo uniforme, o quedarse en una idea abstracta disociada de la realidad. Cada mujer es un ser humano diferente, con sus preferencias subjetivas y sus capacidades concretas. Lo que para una persona es denigrante para otra puede ser algo placentero, o algo molesto pero que merece la pena por lo que se obtiene a cambio. Las personas más puritanas o reprimidas intentan imponer su estrecha moral a los demás de forma coactiva, tal vez envidiosos del poder sexual de una prostituta.

 
La honorabilidad es una cuestión subjetiva que no puede imponerse legalmente. Por otra parte, lo que la mayor parte de la sociedad piense acerca de la prostitución es irrelevante para su carácter ético y no les da derecho a legislar al respecto.
La regulación estatal es mejor que la prohibición, pero aún así no es lo mismo que el ejercicio libre de la prostitución. La regulación no defiende derechos sino que los agrede, impide el anonimato y la confidencialidad, y obliga a los trabajadores del sexo a pagar impuestos confiscatorios y a participar en el sistema coactivo y fraudulento de la seguridad social. Una mujer que desea dejar de ejercer la prostitución puede naturalmente hacerlo, pero no tiene derecho a utilizar recursos ajenos para recibir formación o encontrar otro trabajo.
En los países más pobres, las mujeres que trabajan en el sexo pueden ser el principal o el único soporte económico de su familia, y no tienen por qué avergonzarse de ello. Prohibir su actividad implica condenarlas a la pobreza o a actividades más duras o menos productivas. Respecto a las inmigrantes ilegales o a las drogadictas que se prostituyen, los problemas están en la inmigración ilegal (por la violencia y la pobreza de los lugares de origen) y en la prohibición de las drogas.

Este posicionamiento, que se presenta bajo la apariencia de respeto y tolerancia hacia la práctica de la prostitución, es claro ejemplo de relativismo moral y amoralismo.

Lapuente Nieto, Antonio  3º A

2 comentarios:

  1. Buf, cuando hablamos de temas de valores la cosa se complica. Porque lo que unos llaman tolerancia es para otros amoralidad, y lo que unos defienden como dignidad para los otros es la imposición de unos valores personales sobre los ajenos. No es un tema sencillo, no, pero creo que has explicado correctamente la postura que podríamos definir como liberal y que se basa, principalmente, en el respeto al prójimo y en el conocimiento de una realidad: como ves, el discurso de los liberales se estructura básicamente sobre aspectos prácticos, sobre las consecuencias reales que acaban sufriendo las personas. Por desgracia es una verdad tan descarnada que a muchos les resulta indigesta y prefieren desoírla.

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  2. No me convencen los argumentos de este enfoque liberal. Aparentemente es muy convincente, pero si indagásemos en los conceptos fundamentales sobre los que se apoya veríamos que no es un enfoque tan válido. Conceptos fundamentales como son los de 'libertad individual', 'posesión del cuerpo de uno mismo', 'sistema fraudulento y coactivo de la seguridad social', etc.

    - Por otro lado creo que el análisis peca también de excesivamente ideológico, "teórico" o incluso basado en abstracciones. Este enfoque parece no tener en cuenta las experiencias negativas de muchos hombres que han consumido prostitución ni tampoco las de una parte de las mujeres.

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