Alumnos

Universidad Complutense de Madrid
Ética y Deontología del Trabajo Social
Curso 2013/2014

lunes, 19 de mayo de 2014

TRABAJO SOCIAL PENITENCIARIO


 El Trabajo Social dirigido a reclusos es uno de los ámbitos de actuación profesional menos conocidos para los trabajadores y trabajadoras sociales. El objetivo de trabajador social con los presos es conseguir alcanzar la reinserción social, siendo el trabajador social un elemento vital en el tratamiento interdisciplinario a el cual los reclusos están expuestos.

Otro tema importante a resaltar es el origen carencial de los presos, existe una gran desigualdad en cuanto a las personas que van a la cárcel, ya que la inmensa mayoría de los reos son de clase media-baja que se ven obligados a delinquir por las malas condiciones de vida que tienen o por el empeoramiento de las mismas. El origen de a conducta delictiva puede estar relacionado con una situación carencial: Carencia de medios, estudios básicos incompletos, profesión no cualificada, desestructuración familiar, baja autoestima, escaso auto-control, trastornos de la personalidad. Sin olvidar que el estigma de haber pasado por prisión y haber sido preso sitúa a la persona en riesgo de marginación, siendo inherente la posibilidad de acabar aislada de la sociedad cuando la pretensión es resocializar.

 La cárcel no está enfocada a la reinserción, una prueba muy clara de ello es la alta tasa de reincidencia, en el caso español, 6 de cada 10 personas vuelven a la cárcel después de haber ingresado por primera vez.

Las funciones de un trabajador social en la prisión son:

-Atención del ingreso en prisión de la persona.

-Resolución de los problemas que pueda tener el preso o su familia como consecuencia de su ingreso en prisión.

-Detección de las carencias y necesidades sociales y personales del individuo y elaboración del diagnóstico social.

-Intervención con las familias de los presos.

-Orientación sobre cómo solicitar las ayudas económicas, sanitarias o de otro tipo que su Ayuntamiento o Comunidad Autónoma pueda ofrecerle.

-Gestión servicios y recursos que pueda beneficiarse el usuario.

-Tramitación del Documento Nacional de Identidad o Tarjeta de a Seguridad Social, en el caso de que el preso no tenga.

-Resolución de disputas: Manejo de conflictos, entre internos.

-Mantenimiento de la organización.

-Desarrollo de  programas de reinserción para los presos.

-Gestión en caso de fallecimiento o enfermedad grave de un familiar directo del interno.

-Seguimiento de Liberados Condicionales.

-Elaboración de Informes Sociales para internos pendientes de cumplir Pena de Trabajo en Beneficio de la Comunidad.

-Localización de los presos que gozan de 2 o 3º grado.

Javier Frías Aglio 3ºA

PREVENCIÓN DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL


En los últimos años, y cada vez con mayor frecuencia, la situación de muchas familias ha empezado a ser insostenible. Esto no se debe únicamente a la época de crisis por la que atravesamos, aunque si influye en que cada vez sean más las personas que solicitan ayudas y se encuentran en una situación muy desfavorable. El problema viene de antes, y la solución ni se encuentra, ni desgraciadamente se busca. Se cuenta con determinados equipos, voluntarios y asociaciones que intervienen allí donde muchos y muchas otras prefieren dirigir la mirada a otro lado y no mirar más allá de sus propios intereses.

Gracias a estos equipos y estas personas, se posibilita en muchas ocasiones que muchos niños y niñas tengan acceso a la escuela y que muchas familias tengan algunos recursos de los que echar mano para salir hacia delante. No se pretende solucionar la vida de todas las personas que tengan problemas y necesidades porque hoy por hoy y con los escasos recursos de los que se disponen, es una tarea imposible. Pero sí se puede mejorar la calidad de vida de muchas de estas personas y ayudar poco a poco y en la medida de lo posible a que cada vez sean menos las personas que viven este tipo de situaciones de exclusión y abandono.

Es importante tener medios para acceder a un determinado tipo de población, incluso algo tan sencillo como una tarjeta sanitaria podía suponer un buen salvoconducto para entablar relaciones. El punto negativo lo encontramos cuando cada vez se restringen y suprimen más medios para las personas que lo necesitan y están en riesgo de exclusión social como es el ejemplo de la tarjeta sanitaria.

Creo que desde el trabajo social podríamos trabajar desde dos puntos distintos: Desde la Educación Social con intervenciones socioeducativas con familias y tratar de potenciar temas relacionados con el ámbito socio-laboral. Considerando de máxima importancia la prevención de la exclusión social, sin olvidar  también que es necesario actúar una vez esta ya se ha producido. Desde la cercanía se busca intervenir a partir del ámbito personal, es decir, con el trato cara a cara en aquellos aspectos que se necesiten, tales como: el trabajo, la convivencia, tanto vecinal como dentro del propio hogar, la salud o el ocio.


Todo camino que persiga la integración de los individuos y los grupos en una colectividad social más justa, en la que cada persona pueda desarrollar al máximo sus potencialidades, es un camino a andar por los trabajadores sociales.

Javier Frías Aglio 3ºA

PROSTITUCIÓN 3

Prostitución en Holanda:


Algunas posturas respecto a la prostitución abogan por su regulación y normalización, por conferir a esta actividad las características y el tratamiento de una profesión como otra cualquiera. En algunos países europeos, algunos de los más avanzados del mundo en materia social, se han intentando procesos de regularización que no han alcanzado el objetivo deseado.
 
En el caso de Holanda, la prostitución no estaba legalizada ni prohibida, era tolerada como un mal necesario y más tarde como un fenómeno social. En las grandes ciudades se fue instalando un sistema de regulación informal que tenía como fin proteger y controlar el orden público como contrarrestar los excesos (excesos de violencia, humillación, sadismo, etc.). La expansión de la industria en los años 70, creo la necesidad de instrumentos aptos para la regulación de la prostitución, además su internalización requiere de una legislación más rigurosa frente al tráfico de mujeres
 
En 1.997 se levantó la prohibición general de establecer burdeles. Esta ley incluyó diferentes artículos en relación a la explotación de la prostitución, el proxenetismo y el comercio de mujeres.

Fines que tenía la ley: diferenciar entre la prostitución voluntaria e involuntaria y la legalización de la gestión económica para conducir a la normalización de la situación, mayor transparencia y a una despenalización de la prostitución. La ley supuso el levantamiento de la prohibición de burdeles a nivel nacional pero no implicó una ley nacional sobre la prostitución, pues ésta quedó gestionada mediante una política de licencias administrativas otorgadas a nivel de las comunas. 

Los derechos de las prostitutas extranjeras quedaron lejos de clarificarse. Según los datos estimados, hasta un 90% de las prostitutas eran extranjeras. Actualmente, las prostitutas extranjeras no pueden obtener un permiso de residencia basado en su trabajo mientras que estén empleadas en la prostitución; sólo pueden establecerse como autónomas siempre que puedan procurar su propio sustento y cumplan los requisitos que establece la ley nacional sobre la empresa privada. El Estado parece querer excluir a mujeres no holandesas de reglas aplicables al trabajo en todos lugares. 

En relación a la protección legal del trabajo y, en vista de la ausencia de una legislación nacional, es la relación prostituta-gerente, la que determinará la calidad de los derechos laborales. El Estado aumentó sus medios de control del ejercicio de la prostitución, los gerentes –y no las prostitutas- fueron los que se beneficiaron de los cambios. Esto no es una política de emancipación hacia las prostitutas. La realidad, años después, no responde a las expectativas, pues se dieron de alta en Hacienda 921 prostitutas, cuando se estimaba que la cifra real rondaba las 30.000. 

En resumen, contrariamente a lo deseado, la legalización no logra “normalizar” la actividad y ha resultado un fracaso. Ésta es la conclusión publicada por el Centro de Investigación y Documentación encargado de hacer un balance a los dos años de la abolición de la ley que prohibía la prostitución. Para ello han sido entrevistadas varios cientos de personas entre prostitutas, dueños de establecimientos del ramo y policías. Ni las condiciones laborales y sanitarias de las prostitutas han mejorado ni ha desaparecido el circuito clandestino; es más, el grueso legalizado sirve para encubrir la gran masa de mujeres traficadas y ha favorecido la explotación sexual de niños y niñas. 

El intento holandés, que se caracteriza por permitir que los establecimientos del sexo sean negocios normales y la profesión se equipare a otras, no ha dado resultado. Podemos por tanto concluir que está comprobado que, cuando costumbres irregulares se toleran o incluso se protegen, se crean las condiciones ideales para que crezcan. Pues no sólo ocurre con los Países Bajos, la corriente a favor de la legalización de la prostitución, que ya se ha plasmado en algunos países, muestra con facilidad que el número de personas que se prostituyen ha aumentado, al igual que en Alemania y Australia, sin haber demostrado mejoría en sus condiciones de vida.
 


Lapuente Nieto, Antonio 3º A

las mujeres y su acceso al mundo laboral

La exclusión de la mujer en el mundo laboral.

La mujer a lo largo de la historia siempre ha tenido mayores obstáculos en el mundo laboral respecto al hombre y hoy en día, sigue existiendo estas dificultades sobre todo si van asociadas a ellas otras circunstancias que facilitan su exclusión social.

Existen mujeres de determinados "colectivos sociales" que encuentran aún más si cabe más barreras en su inserción ocupacional y en su integración social,(etnia gitana, inmigrantes, jóvenes en riesgo de exclusión social, familias monoparentales, mujeres embarazadas, mujeres mayores de 45 años).

Nuestro trabajo se basa en favorecer el proceso de integración de estas mujeres. Esto tiene como resultado una mejora en su autoestima y autonomía personal, lo que aumenta la confianza en sí misma, para poder enfrentarse al mundo laboral ( en este caso concreto)

Características del colectivo que influyen directamente en su inserción.


A partir de 1984 se produce una incorporación masiva de la mujer en el mundo laboral, pero hoy día  las mujeres que quieren incorporarse a la actividad laboral después de un largo proceso de inactividad, como las mujeres desempleadas en general, no disponen de muchas facilidades para conseguir un puesto de trabajo asalariado.
Entre uno de los  obstáculos con los que tiene que enfrentarse la mujer es que los empresarios aún prefieren contratar a hombres para desempeñar las actividades de su empresa, por lo que las mujeres han intervenido mucho menos tiempo en  actividades profesional que los hombres.
Otro de los obstáculos es la existencia de costumbres sociales muy arraigadas y que poco a poco con el paso del tiempo van cambiando y van haciendo que la mujer acceda al mundo del trabajo de una forma más regular.
El no tener empleo es uno de los mayores factores, por no decir el mayor factor de vulnerabilidad para cualquier mujer pero no por el motivo de ser mujer se tiene la necesidad de una intervención social, sino que normalmente con ello va asociado otra problemática que maximiza la posibilidad de encontrarse en situación de riesgo laboral como puede ocurrir con mujeres inmigrantes, mujeres con carga familiar (monoparentales), mujeres que ejercen la prostitución o son victimas de tráfico sexual, mujeres víctimas de violencia de género, mujeres con discapacidad, mujeres presas o reclusa, mujeres en situación de desempleo prolongado, mujeres jóvenes embarazadas.
Las características que afectan a una posible inserción laboral y la permanencia en el puesto de trabajo son varias, y dependen de cada situación mencionada anteriormente, Por lo que a continuación definiremos características dependiendo de la situación añadida a la mujer que hace que esté más limitada ante la inserción laboral.

Conclusion

Como futuros Trabajadores Sociales, nos damos cuenta de que la mujer se encuentra muy desfavorecida en el mundo laboral, ya que pasa por situaciones y circunstancias que limitan sus posibilidades para encontrar un empleo, circunstancias como ser joven sin experiencia laboral, estar embarazada, tener hijos, no conocer el idioma, no disponer de una base formativa, tener algún tipo de diversidad funcional o ser mayor de 45 años, causas que hacen y obligan, en cierta medida a llevar a cabo trabajos mal remunerados, sumergidos o incluso prostituirse.

Tener un trabajo digno es un derecho de cualquier ciudadano, garantizar la igualdad en el acceso de la oferta de recursos de educación y empleo.  

No es justo que los estigmas promovidos por la sociedad se prolonguen y crear conciencia es la base para superar tales barreras. 
Irene Segovia Pereiro


menores en riesgo de exclusión

Menores en riesgo de exclusión social

El colectivo menores en riesgo de exclusión o excluidos socialmente, fracasan en la escuela y abandonan los estudios,  es por ello que la lucha contra la exclusión social se hace principalmente desde políticas educativas (no sólo políticas económicas o sociales) que cubran las carencias educativas/sociales de estos grupos de riesgo y que los doten de las competencias necesarias. Por ello, es importante trabajar con este colectivo a través de programas comprensivos de orientación para reducir su estigmatización social (en términos de autoestima, habilidades sociales, encauzar actitudes, desarrollar la iniciativa/autonomía, aprender a tomar decisiones reflexivas, a conocerse a sí mismo, etcétera).
Es necesario saber que la exclusión social es la etapa final de un  largo proceso, en que se han dado circunstancia del tipo: familias desestructuradas fracaso escolar, indefensión aprendida sin habilidades sociales en general, no han tenido modelos de comportamiento adecuado (social, laboral, etcétera), con preconcepciones negativas sobre el trabajo y los empresarios.
Por ello la estigmatización de un colectivo que ya tiene indicadores de exclusión reduce su participación en la sociedad. Es de vital importancia capacitarlos para enfrentarse a la realidad, contando con el aprendizaje de una serie de herramientas, esta capacitación puede ser llevada a cabo desembocando en la inserción laboral y a la vez social, ya que empleo es el eje mas importante de acceso a la zona de integración.

2. Características del colectivo que influyen directamente en su inserción laboral.
La adolescencia y la juventud han ido evolucionando a lo largo de la historia, teniendo diferentes significados.
Según la OMS define adolescencia como la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, en la que se encuentran distintos cambios y el individuo busca su propia identidad.
Pero la juventud para las Naciones Unidas, es la población comprendida entre los 14 y los 25 años en el que se procesa la construcción de identidades y la incorporación a una vida social más amplia.
Pero más allá de los conceptos de adolescencia y juventud, existe un colectivo en riesgo dentro de ese apartado los cuales son los menores en riesgo de exclusión social excluidos socialmente.
Las características con las que cuentan algunos de ellos son las siguientes:
•Edades comprendidas entre 15 y 17 años.
•Procedentes de familias desestructuradas, con bajos niveles socioculturales y económicos (abandono/ sobreprotección).
•Historial de fracaso escolar (y muchas veces personal) que incide en su autoestima y su motivación.
•Tienen un estilo de vida incompatible, muchas veces, con determinados procesos de aprendizaje (absentismo escolar).
•Sin recursos para enfrentarse al aprendizaje, a las relaciones interpersonales, a la búsqueda de empleo y, en general, al mundo adulto.
•Sin habilidades para el “éxito” (poca motivación de logro, gran frustración, poco control de las situaciones, etc.)
•Escasa oportunidad de aprender los patrones básicos de comportamiento social adoptado.
•Con desventaja sociocultural sostenida, patrones de relación familiar inadecuados y subdesarrollo de capacidades básicas.
•No han tenido modelos de comportamiento adecuado (social, laboral, etcétera).
•Con preconcepciones negativas sobre el trabajo y los empresarios (trabajo = explotación y aburrimiento).
•“Educados” en la calle (roles sociales agresivos, ley del más fuerte, etc.)
•Con experiencias de consumo de alcohol y/o drogas.
•Predominan los jóvenes excluidos pertenecientes a minorías étnicas o culturales (inmigrantes, cultura gitana, etc.).

Podemos plantearnos, una reflexión de lo difícil que es abordar la adolescencia de cualquier persona, pero si a esa persona le añadimos una problemática que viene arrastrando desde hace tiempo, la cosa se complica todavía mas. 
Personalmente, creo que en esta sociedad abordar esta problemática significa castigar, recluir a jóvenes en centros de menores aislados del resto y con carencias de todo tipo, que no hace si no perpetuar que esos chavales se dirijan a la exclusión  arrastrando no sólo las desventajas por su origen social estatus socioeconómico bajo, precariedad económica…sino las desigualdades que genera una escuela y una sociedad que estigmatiza a los colectivos con más riesgo.
Si las instituciones se planteasen otro modo de solventar esta problemática, adoptando una visión constructiva, intercultural, educativa, integradora y no punitiva, se generaría más equidad entre los menores (una de las etapas más importantes). Ya que estas organizaciones tratan de generar más oportunidades pero como todos sabemos no todos tenemos las mismas oportunidades de acceder al conocimiento y a las habilidades interpersonales y sociolaborales.


 Irene Segovia Pereiro

LA CÁRCEL: CONSECUENCIAS-ALTERNATIVAS

El impacto que tiene el encerramiento prolongado de una persona en la cárcel provoca unas consecuencias en la misma que afecta en diferentes planos:

Consecuencias somáticas:

1)      Problemas sensoriales en visión, audición, olfato, gusto
2)      Alteraciones de la imagen personal
3)      Agarrotamiento muscular (tensión muscular)

Consecuencias psicosociales:

1)      Adaptación al entorno anormal de la prisión:
-Exageración de las situaciones
-Autoafirmación agresiva o sumisión frente a la institución
-Dominio o sumisión en las relaciones interpersonales
-Desviación de la sexualidad

2)  Ausencia de control sobre la propia vida
3)  Estado permanente de ansiedad
4)   Ausencia de expectativas de futuro
5)   Ausencia de responsabilización
6)   Perdida de vinculaciones
7)   Alteraciones de la afectividad: Sensación de desamparo y sobredemanda afectiva.

Recomiendo si a alguien le interesa aprender más sobre el tema el libro de Jesús Valverde: “La cárcel y sus consecuencias” desarrolla de forma completa todo el proceso por el que pasa la persona presa desde que entra a la institución, y profundiza en las consecuencias que he mencionado anteriormente.

Para hablar de la parte de alternativas a la cárcel, creo necesario hacer una pequeña introducción en el tema de los grados:

Todas las personas internadas una vez tengan sentencia en firme son clasificadas en alguno de los tres grados penitenciarios que establecen las leyes. El grado asignado determina un régimen de medidas de control y seguridad, más severas en el caso del primero, que se flexibilizan progresivamente hasta alcanzar el tercero en este caso podría llegar al cumplimiento del resto de su condena en un régimen abierto en la modalidad que en cada caso se establezca. En la determinación del grado se tienen en cuenta su personalidad, su historial penitenciario individual, familiar, social y delictivo, la duración de la condena impuesta así como otros factores establecidos en la legislación penitenciaria. El grado penitenciario, se propone y revisa periódicamente por la Junta de Tratamiento del Centro en que se encuentre internado.

La alternativa propuesta por el profesor Emilio Monteserín y que voy a reproducir a continuación pasa por que la ejecución penal de un buen número de penas gire en torno al Tercer Grado de Tratamiento:

Consistiría en una régimen de semilibertad, que todas las condenas hasta cinco años se cumpliesen aplicando esta forma de ejecución penal, reuniendo eso sí, varias condiciones como el reconocimiento del delito, la reparación del daño causado (pago de la responsabilidad civil), disponer de recursos económicos u oferta laboral, apoyo familiar o asociación subsidiaria.

Con esta medida (que no deja de ser prisión), se podría mantener un control más flexible sobre la persona, al mismo tiempo que ella ejercita con cierta autonomía la responsabilidad, la actividad laboral y la relación familiar y social, manteniendo así vínculos sociales fundamentales.


¿Entendemos la justicia como un concepto vindicativo (referente a la venganza)? ¿Consideramos que cuanto más castigo sufra el reo mayor satisfacción percibe la victima?  ¿Puede una sociedad prescindir de la prisión?

Javier Frías Aglio 3ºA

LA CÁRCEL: UN ACERCAMIENTO AL PRESO

La cárcel como institución surgió de la necesidad de anular el crimen utilizando el castigo, en la historia que precede a la creación de las prisiones nos encontramos con penas por delinquir como: la ley del talión, mutilaciones, crucifixión, torturas, y demás maltratos a la vida y a la dignidad humana. Las sociedades han ido cambiando con el tiempo, las formas de aplicar el castigo y lo que se consideraba delito o no, han ido evolucionando.

Al principio, la cárcel era un lugar al que enviaban a los presos como forma de custodia para que no huyeran antes de habérseles juzgado, era un lugar para confinar a las personas. La pena privativa de libertad, es un invento más moderno que nace a finales del siglo XVIII  y que está inspirado en el pensamiento ilustrado del momento, que cree en la rehabilitación de la persona que delinque mediante este método.

Pensar en la prisión hoy, es pensar acerca de una de las instituciones mas alejadas y desconocidas de nuestra realidad habitual. La idea que tenemos de la cárcel es confusa y desfigurada a causa de la desinformación que prácticamente a “cinematizado” nuestro concepto de prisión. La institución penitenciaria se convierte, pues, en un lugar ajeno a la sociedad, lo cual produce que tomemos muy a la ligera ciertos aspectos relacionados con el (deseo/afán) de que se encarcele al delincuente.

Cuando pensamos en el encarcelamiento del que ha delinquido, de quién ha quebrantado las normas, y queremos que sufra y que pague por lo que ha hecho, esperamos un castigo, porque además pensamos que es “lo justo” y que castigando, la idea de “lo justo” sigue en funcionamiento, se perpetua la idea del castigo como lo justo y lo normal, una idea aceptada por todos y que además cumple la función de intimidar al culpable y al resto de posibles infractores a cometer el delito.

Si entendemos entonces que este problema de información, deriva en una creencia generalizada de que el castigo es la solución al crimen, cuándo decíamos que la intención primaria de la institución penitenciaria es una reforma del individuo que no se da en la mayoría de los casos a consecuencia de la propia institución, empezamos a hablar de la misma como un organismo contradictorio e ineficaz.

 ¿Está la sociedad obsesionada con el castigo? ¿Existe la sed de venganza contra el delincuente?

Javier Frías Aglio 3ºA