Alumnos

Universidad Complutense de Madrid
Ética y Deontología del Trabajo Social
Curso 2013/2014

jueves, 15 de mayo de 2014

Poder, estructura, dinero y ética


En una sociedad mecanizada y movida por el dinero, es común que se busque la máxima satisfacción propia de necesidades y recursos. El problema reside cuando, en muchas ocasiones, la búsqueda de necesidades y recursos se transforma en búsqueda de privilegios. Dicha búsqueda, implica la reducción de derechos y recursos de otras personas para satisfacer en mayor medida las propias, y el contexto actual, es el propicio para ello. Desde el punto de vista ético, esta afirmación rompe con los principios morales aceptados comúnmente en base a la solidaridad, el respeto y el apoyo mutuo.
Un ejemplo claro de todo esto es la corrupción, la cual viene dada en mayor medida por la posibilidad de acceder a la misma. Cuando se posee un alto cargo en determinadas instituciones estatales o se poseen grandes sumas de dinero, las facilidades para aumentar el capital por medio de paraísos fiscales u otros modos ilegales se incrementan. Es por ello que continuamente se me viene una pregunta a la cabeza:
¿"El poder corrompe al hombre"?, en mi opinión la respuesta es, sí, y esto se reproduce en mayor medida por la centralización del poder actual, tanto en ámbito político, como en el económico, ya que es un grupo concentrado de personas quienes tienen la posibilidad de acceder a realizar este tipo de actos. 
¿Por qué es habitual que esto ocurra?, la respuesta está directamente relacionada con la pregunta anterior, si es cierto que el poder corrompe al hombre, está claro que el cambio empieza por intentar dividir más ese poder y hacer partícipes de la toma de decisiones a más personas. Aun así, siempre existirá esa posibilidad en mayor o menor medida, la posibilidad de poder quitarle a otro para añadir lo quitado a uno mismo. Por ello, la base para que esto no se reproduzca comienza por la educación, una educación en valores para alcanzar aquella moral establecida como correcta, donde las personas en lugar de quitarse unas a otras, se ayuden entre sí.
Siempre nos hemos cuestionado si es posible crear un mundo mejor, si todas aquellas personas que actúan por y para ellas mismas podrían cambiar en algún momento, y yo opino que el ser humano no nace “malo”, opino que todo está directamente relacionado con este sistema, el contexto y el entorno cercano, ya que reproducimos lo que vemos. Por tanto, si la educación recibida es buena, es decir, basada en el respeto y el apoyo, las conductas posteriores del individuo también lo serán.

Toda acción está basada en la ética, la ética y la moral propia, y esto a su vez, reside en la educación.


Daniel García Pasca   3ºA

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