Alumnos

Universidad Complutense de Madrid
Ética y Deontología del Trabajo Social
Curso 2013/2014

jueves, 15 de mayo de 2014

El USO de lo más bonito

Desde la infancia, hemos vivido entre muros y hemos conocido la naturaleza por medio de una pantalla o a través de barrotes. Es posible que esta sea la razón por la que nos hayamos acostumbrado a un escaso contacto con ella y a que ese contacto sea a través del uso de la misma. Si pensamos en las veces que hemos estado cerca de algún animal salvaje, la mayoría de las personas podrían afirmar que son muy pocas y muchas de ellas a través de circos o zoológicos, por lo que la palabra “salvaje” ya se pondría en cuestión.
Es cierto que podemos encontrar una parte positiva, ya que los niños pueden aprender muchas cosas acerca de ellos, y estar cerca de los mismos, pero, ¿Es justificable la tortura de animales para la adquisición de conocimiento?, asimismo, ¿Es justificable dicha tortura para la diversión y disfrute de niños y familias?. Es bien sabido, que muchos animales que TRABAJAN en circos han sido torturados para ofrecer un buen espectáculo y que el hecho de vivir encerrados, ya es una tortura en sí misma.
El uso de animales, no sólo viene dado por zoológicos o circos, sino también en muchos otros ámbitos, como las corridas de toros, la adquisición de trofeos de caza y creación de vestimentas con pieles o la vivisección. Esta última es realmente impactante (aunque no por ello lo dejen de ser las citadas anteriormente).
La vivisección es la disección en vivo de animales, una horrible tortura justificada con fines científicos. ¿Hasta qué punto se puede considerar positivo que avances científicos hayan ayudado a crear determinadas curas a través de la tortura animal?. Desde mi punto de vista hasta ninguno. Es probable que se hubiese tardado más en obtener dicha cura, o en buscar vías alternativas para conseguirla, pero al menos la conciencia quedaría mucho más tranquila. Lo más doloroso de todo es que este tipo de uso dado a los animales no se origina únicamente para la búsqueda de curas o vacunas, sino que una gran parte de dichas investigaciones por medio de la tortura animal, están destinadas al estudio de productos adictivos para la puesta en venta en el mercado, determinar la toxicidad de algunos productos o fines militares, como comprobar  la capacidad de destrucción de armas o insensibilizar militares matando y torturando animales para que se familiaricen con este tipo de acciones.

Bajo mi punto de vista, en ningún caso se debería utilizar a otros seres vivos con tales fines, por muy “buena” que pueda considerarse la causa por la que se realiza. La falta de sensibilidad acerca de este tema es un pilar base sobre el que trabajar para cuidarlos a ellos y a nosotros mismos.


Daniel García Pasca   3ºA

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